Distante casi mil kilómetros de la capital de Chile, Santiago, pero a tan sólo 230 kilómetros de San Carlos de Bariloche en Argentina, es una ciudad de raíces inmigrantes con una profunda relación con el campo. Relación que se forja junto a su refundación en el año 1793, tras ser abandonada tras la llamada “gran rebelión Mapuche de 1598”, y en donde participaron principalmente colonos alemanes y austrohúngaros, junto también con suizos, franceses, y árabes, además de la población criolla, mestiza y otros extranjeros que hicieron crecer y prosperar a esta zona ganadera.
Sin embargo, los asentamientos humanos en donde hoy en día se emplaza la ciudad, datan de mucho antes. Así en el año 1986 se comunicaron los primeros encuentros paleontológicos en el sector de “Pilauco”, y con ello el descubrimiento de un yacimiento y sitio arqueológico catalogado como uno de los sitios más antiguos de América. El que presenta evidencia de presencia humana de al menos 15.000 años, la denominada “Huella de Pilauco”, en donde igualmente se han encontrado restos de gonfoterios, caballos, ciervos, roedores y otros restos de flora y fauna del Pleistoceno tardío, de por lo menos unos 12.800 años BP.
Si bien Osorno está surcada por los ríos Rahue y Damas son su cercanía al mar, a los lagos Rupanco y Puyehue, y a la cordillera de los Andes los que la sitúan como un punto de inicio para la realización de actividades outdoor y el turismo. Su aeropuerto (ZOS), sus carreteras nacionales e internacionales, hoteles, cabañas, hospedajes, restaurantes y comercio de todo tipo, facilitan la oferta turística y la planificación a viajeros independientes.
Trekking en Puyehue
La vida de campo y su intrínseca relación con la naturaleza desarrollada por las familias que han poblado los sectores montañosos de los lagos Rupanco y Puyehue han permitido que sean ellos los perfectos anfitriones para compartir con quienes visitan los bosques y volcanes. Abriendo las puertas de sus casas, compartiendo su comida y el trabajo de sus animales desarrollan un turismo inclusivo, que se enfoca en la experiencia y que permite disfrutar de una manera única sectores como Las Gaviotas o Anticura. En Verano los senderos del sector de Antillanca son ideales para el trekking en familia, desde el ascenso al volcán Casa Blanca a la rutas del “Sendero de Chile”, que permiten conectar con Anticura, Pampa Frutilla, Las Gaviotas y las termas de Aguas Calientes. Es también el sector de Anticura, en el Parque Nacional Puyehue, en donde se emplaza el acceso al volcán Puyehue y al paso fronterizo “Cardenal Samoré” para conectar por tierra con las ciudades de “Villa La Angostura” y “Bariloche” en Argentina.
Esquí en Antillanca y el volcán Puyehue
El centro de esquí del Club Andino Osorno en las faldas del volcán Casa Blanca ha aportado al desarrollo de las actividades de montaña gracias a su hotel, los refugios de los colegios, y 14 pistas balizadas de diversa dificultad, con un total de 400 hectáreas de superficie esquiable, a los que se adiciona toda el área fuera de pista del volcán para el desarrollo del randonee.
Interesantes opciones para el esquí freeride se encuentran en el cráter del volcán Puyehue. Por supuesto es este volcán un clásico también para el ascenso invernal con pieles, que nos provee con un desafiante inicio por nieve profunda en su bosque de lengas, un básico pero acogedor refugio en el límite de la vegetación, sus suaves laderas para el ascenso a su cumbre y la diversidad de líneas de descenso al interior de su cráter principal.